viernes, 27 de febrero de 2015

Bizcocho de avellanas

 



Si vuestro fruto seco favorito es la avellana, este es un bizcocho que no os podéis perder. Sabe intensamente a avellana y el toque de las pepitas de chocolate es muy acertado. Recuerda un poco a esas pastas que hacían las abuelas, por lo menos la mía, que son compactas y un tanto rústicas, pero llenas de sabor. La receta es del Karlos Arguiñano, así que no puede salir mal, ¿verdad?

INGREDIENTES

200 gramos de harina
100 gramos de mantequilla
100 gramos de azúcar
150 gramos de avellanas
Medio vaso de vino blanco
30 gramos de pepitas de chocolate
Una pizca de sal

PREPARACIÓN

Lo primero de todo es preparar los ingredientes. Para ello, se trituran las avellanas, bien con el mortero o con el accesorio de picadora, más rápido y cómodo. Por otra parte, se ablanda la mantequilla, metiéndola unos segundos en el microondas con la opción de descongelar, para que no hierva.
Para preparar la masa, en un bol se vierten las avellanas picadas, el azúcar y la mantequilla derretida. Con una espátula se mezclan estos ingredientes. A continuación se echa el vino y se sigue dando vueltas. Añadir la sal y amasar hasta conseguir una masa uniforme y elástica. Por último, se añaden las pepitas de chocolate.


 



En el molde donde se vaya a hacer el bizcocho, previamente engrasado en el fondo y los laterales, se van colocando bolitas de la masa. Cuando se llene el molde, se añaden, para decorar, algunas avellanas enteras.



 



Tras precalentar el horno a 180ºC, se mete el molde y se hornea durante media hora.

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

Es mejor que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente, para que cuando se eche la mantequilla está no se solidifique por el contraste con el frío del resto de ingredientes. Así sería más complicado de mezclar.

Para hacer bien las bolitas de masa, es mejor que os engraséis las manos con un poco de mantequilla o aceite, así será más fácil de trabajar y no se os pegará.

No os voy a engañar, al llevar tanta avellana, una vez horneado el bizcocho, es bastante complicado de cortar sin que se cuartee, así que tened cuidado a la hora de servir. Pero recordad que lo importante es el sabor, no la forma, jeje, porque es difícil sacar un trocito entero.


 


 

viernes, 20 de febrero de 2015

Sándwich de pollo

 


Hay mil y una formas de comer pechuga de pollo, creo que es uno de los ingredientes más versátiles de la cocina y hoy os traigo una manera bastante sana y sabrosa de hacerlo, con un sándwich que nada tiene que envidiar a los que estáis pensando de grandes cadenas de restaurantes y comida rápida. No pongo cantidad exacta de ingredientes porque todo depende de los comensales que seáis.


INGREDIENTES



Pechuga de pollo entera

Beicon en tacos

Queso tierno, tipo Gouda

Mahonesa

Salsa de soja

Pan de molde

Sal

Curry en polvo



PREPARACIÓN

Lo primero es preparar la pechuga. La vamos a hervir así que en un cazo con agua metemos la pechuga entera, la sal y una cucharada de curry para que coja sabor durante la cocción, alrededor de media hora. La pechuga estará lista cuando se pueda pinchar bien con el tenedor y esté tierna.



 

Se retira la pechuga del agua y una vez que esté fría, se parte en trocitos pequeños, mejor con la ayuda de unas tijeras.  
En un bol se echa la pechuga, el beicon en tacos y un queso tierno, tipo Gouda o el que más os guste.

  

Se añade mahonesa y un chorro de salsa de soja, para que la mezcla no quede muy seca.



 


Echad esa mezcla sobre el pan, cerrad el sándwich con otro pan y poner en la plancha para que se tueste el pan. Servir caliente y, si se quiere, acompañado de unas patatas fritas. 


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

Como veis es una receta de lo más sencilla, pero el resultado es muy rico, de verdad. Además, es muy versátil, porque podéis añadir otros ingredientes que os gusten, como lechuga, tomatitos cherry para que sea más jugosa la mezcla, quizá alcaparras o tiras de pepinillos…. Aquí os doy algunos pequeños consejos:

Se puede sustituir la salsa de soja, con la que hay que tener cuidado para no echar mucha y que el sándwich quede salado, por un poco de mostaza, que le dará otro sabor a la mezcla.

El poner curry en la cocción es para que la carne no quede tan sosa y le dé un sabor exótico, pero sin exagerar.

Para que los sándwiches queden más jugosos, antes de verter la mezcla en el pan, se puede untar un poco de cada rebanada con mahonesa u otra salsa de vuestro gusto.

Lo ideal es servir caliente, pero en frío tampoco están mal. Además, la mezcla de pollo dura algunos días en la nevera, aunque tened cuidado si ya le habéis echado la mahonesa.

Esta forma de cocinar la pechuga es también ideal para añadir a las ensaladas y quitar así unas cuantas calorías.