martes, 20 de agosto de 2013

Bizcocho de limón

 

Una receta de lo más refrescante para el verano, aunque haya que encender el horno, claro. Me ha sorprendido su intenso sabor a limón y lo “crujiente” que le aportan las semillas de amapola que, en mi caso, estaban perdidas en lo más profundo del armario de la cocina…ni siquiera me acuerdo para qué las compré!

Si queréis ver la receta original, pinchad aquí.


Y esta es la mía:

INGREDIENTES

125 gramos de kéfir
60 mililitros de leche
2 cucharadas de semilla de amapola
80 mililitros de aceite de girasol
225 gramos de azúcar
2 cucharadas de polvo de limón
Zumo de un limón
2 huevos
200 gramos de harina
Medio sobre de levadura química

PREPARACIÓN

En un cazo se calienta la leche y se añaden las semillas de amapola. Cuando llegue a hervir se retira del fuego y se deja templar.
En un bol se mezcla el kéfir, el aceite de girasol, el azúcar, el polvo y el zumo de limón, los huevos y la leche. Se bate todo hasta conseguir una mezcla homogénea.
Por último, se añade poco a poco la harina con la levadura, ayudados con una espátula para que se integre bien con la mezcla, sin dejar grumos.
Hornear durante 40 minutos a 180ºC.

OBSERVACIONES PAR A PRINCIPIANTES COMO YO

He “tuneado” un poco la receta original aprovechando ingredientes que tenía en casa. Por ejemplo, he sustituido el yogur natural por kéfir, algo que ya hice con otros bizcochos y que me gustó el resultado. Si tenéis oportunidad de probar hacedlo. También aproveché que tenía polvo de limón, cuya elaboración os expliqué aquí, y lo añadí en vez de la típica ralladura de limón. En ambas casos aporta un sabor muy intenso y rico.

Ya sabéis que el tiempo de horneado es optativo, y varía según el horno que tengáis. Yo siempre que hago una receta nueva pruebo primero con menos minutos y luego si es necesario lo dejo un poco más. Ya sabéis la prueba del palillo: si sale limpio al pinchar… ¡está listo para comer!