lunes, 25 de octubre de 2010

BISCOTTI DE AVELLANAS Y CHOCOLATE


(entrada programada, hoy es mi primer día de vacaciones y estoy rumbo a Ámsterdam)


Whole kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de Octubre nos invita a preparar un clásico de la repostería italiana los Biscottis.


Ya estaba yo poniéndome nerviosa este mes porque parecía que se hacía de rogar la propuesta dulce de WHOLE KITCHEN y luego me entran las prisas y la falta de tiempo y, y, y… pero llegó el día y me pude organizar, así que aquí os dejo estos fantásticos biscotti del mes de octubre.

Descubrí este dulce gracias a mi AIG del pasado año, Andrea, de Sweetie Cakes, porque fue uno de los dulces caseros que me envió. Le pedí la receta y los hice una vez. Aunque el aspecto dejó mucho que desear, la verdad es que estaban ricos de sabor. No me había vuelto a acordar de ellos hasta ahora, aunque tengo varias recetas pendientes sobre este producto típico, por lo visto, de Italia.

Entre las versiones que proponía para este mes WK, no lo dudé en cuanto la vi, quería hacer el de avellanas y chocolate, sin duda, ¡hummmm!


Aquí os dejo la receta con algunas variaciones:



INGREDIENTES

230 gramos de harina

120 gramos de chocolate en polvo

210 gramos de azúcar

150 gramos de avellanas tostadas sin piel

30 gramos de cacao en polvo

5 gramos de bicarbonato sódico

Un cuarto de cucharadita de sal

3 huevos

Una cucharadita y media de extracto de vainilla.



PREPARACIÓN

Ponemos el horno a precalentar a 150ºC.

Primero, picamos las avellanas y reservamos.

En un bol, mezclamos el chocolate en polvo y el azúcar y reservamos.




En otro recipiente, batimos los tres huevos con el extracto de vainilla.

A continuación, en un cuenco mezclamos el bol de azúcar y chocolate, la harina, el cacao en polvo, el bicarbonato y la sal. Sobre esta mezcla, poco a poco, se echa el huevo batido hasta integrarlo y conseguir una masa firme, aunque algo pegajosa. Por último, se le añaden las avellanas troceadas y se mezcla todo bien con la ayuda de una espátula.




Ponemos un papel de horno sobre la bandeja donde vayamos a hornear los biscotti y nos engrasamos las manos con aceite para manejar la masa obtenida. Se puede optar por hacer uno o dos rectángulos de masa, según quieras el tamaño. Se le da forma y se pone sobre la bandeja, para hornearlo durante aproximadamente media hora, hasta que la masa esté firme al tacto.




Sacamos la masa del horno y la dejamos enfriar diez minutos.


Después, con cuidado, la cortamos en rodajas de unos dos centímetros de espesor y la volvemos a poner sobre la bandeja del horno, por uno de los lados, para meter de nuevo un cuarto de hora.




Pasado ese tiempo, les damos la vuelta a los biscotti y al horno de nuevo quince minutos más.

Sacamos todas las piezas del horno y dejamos que se enfríen sobre una rejilla antes de pegarles el primer bocado.





OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Lo primero que tengo que decir es que he hecho algunos cambios para hacer esta receta menos engorrosa y más sencilla. Por ejemplo, en vez de rallar chocolate para mezclarlo con el azúcar en uno de los primeros pasos, opté por utilizar cacao en polvo, mucho más rápido. Las avellanas había que cortarlas en trozos gruesos pero yo lo que hice fue meterlas en la picadora y darle un par de vueltas, por lo que algunas me quedaron demasiado molidas.


Con el tema de la masa, hay que tener un poco de paciencia para mezclarla, porque es algo difícil de trabajar. Primero, cuando se juntan los ingredientes secos con el huevo lo mejor es utilizar las manos para que todo se integre bien, pero se pega mucho. Después, para darle forma antes de meterlo al horno, es mejor engrasarse las manos con un poco de aceite para facilitar el trabajo.


Si decidís, como yo, hacer dos piezas, cuidado, porque se expanden mientras se hornean y pueden llegar a tocarse (como me pasó a mí). Yo solucioné el “pegado” pasando el filo de un cuchillo entre ambos trozos cuando los saqué del horno, para que se soltaran.


Al cortar en trozos, hay que hacerlo con cuidado, porque se puede resquebrajar algunos (aunque eso sólo afectará a la estética, no al sabor, ¡ja,ja!)


Aunque veáis que está un poco blando, no os preocupéis, pasa un poco como con las galletas, que terminan de endurecerse (¡y mucho!) mientras se enfrían.


Os recomiendo esta versión de avellana y chocolate, sobre todo a los fans de la crema de cacao, porque tiene un sabor muy parecido….y la cocina huele fenomenal mientras se hornean.







¡Feliz semana a todos!





miércoles, 20 de octubre de 2010

POLLO AL LIMÓN (estilo Chino)

Este pasado fin de semana, que descansaba en el trabajo, me ha servido para “desquitarme” en la cocina, haciendo varias recetas pendientes que, poco a poco, iré publicando. Pero la que tengo en primer lugar, y que hice el sábado para comer, era una de las “pendientes-pendientísimas” y, vistos los resultados, creo que va a ser una de las “habituales-habitualísimas” porque este pollo al limón al estilo de los restaurantes chinos es muy sencillo de preparar y queda realmente riquísimo.

La receta la encontré hace semanas en el blog de Carmela, Mis recetas de cocina, que tiene platos fantásticos, bastante caseritos y muy recomendables. Es uno de los primeros blogs de cocina que descubrí y soy fan número uno de sus recetas, merece la pena echarle un vistazo porque seguro que encontráis algo que os gusta. Vamos al lío:

Si queréis ver la receta original de Carmela, pinchad aquí.

Y esta es la mía:

INGREDIENTES

Para la salsa:

1 limón
1 cucharada de Maicena
1 cucharada de salsa de soja
4 cucharadas de azúcar
3 cucharadas de vinagre de manzana
250 mililitros de caldo de pollo

Para el rebozado:

1 yema de huevo
1 vaso de harina para tempura

Medio vaso de agua fría
Aceite
Sal

1 pechuga de pollo




PREPARACIÓN

Primero, se prepara la salsa. Para ello, ponemos el caldo de pollo en un cazo y le añadimos el zumo de un limón, las cucharadas de azúcar, el vinagre de manzana, la salsa de soja y la cucharada de Maicena. Se calienta a fuego medio y se va removiendo para que todo se mezcle bien, hasta que la salsa espese. Reservar.
Para preparar la carne, primero se corta en tiras no muy grandes la pechuga de pollo, como más os guste. Se sale y se reserva.

El rebozado se prepara mezclando la yema de huevo con la harina de tempura y medio vaso de agua fría, hasta conseguir una pasta no muy líquida, blanquecina.

Se calienta abundante aceite en una sartén y se van rebozando los trozos de pollo para freírlos. Después se ponen en papel absorbente para quitar un poco la grasa del aceite.

Para servir, echar la salsa preparada antes en una fuente y sobre ella la carne.


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

Empecemos por la salsa:

No sé si será normal, pero cuando la hice me quedaron un montón de grumitos de la Maicena, así que opté por colarla y no hubo ningún problema. La salsa espesó igualmente. Quizá lo que tendría que haber hecho era calentar bien la salsa y en el último momento echar la cucharada de Maicena, para que se deshiciera bien.

El caldo de pollo, como no tenía, lo hice deshaciendo media pastilla de caldo en medio litro de agua. No soy muy amiga de estas pastillas, pero vienen muy bien para casos como estos, porque te soluciona el tema en un momento.

Quizá para la próxima vez le eche el zumo de dos limones, en vez de dos, porque, aunque la salsa estaba muuuy rica, no me sabía mucho a limón, así que eso va en gustos.

Utilicé vinagre de manzana (lo compré exclusivamente para ello) porque era el que ponía la receta, bueno, ese o de arroz, que habría sido imposible encontrarlo. Pero no sé si se podrá hacer con vinagre de vino normal o le dará otro sabor diferente, más intenso.

Ahora el tema de la carne:

La sartén tiene que estar con mucho aceite y bien caliente para que el rebozado quede bien, jugoso, esponjoso y generoso, ¡je,je!

Si no tenéis harina de tempura (que es muy fácil ahora encontrarla, en Mercadona, por ejemplo, la tienen con el resto de las harinas) el rebozado, según Carmela, se puede hacer también sustituyendo este tipo de harina por harina normal mezclada con una cucharada de levadura química.

Último consejo: comer inmediatamente después de freír, porque calentito es como mejor sabe. Podéis calentar un poco la salsa mientras se hacen los últimos trozos de pechuga y luego servirlo todo en un momento para disfrutar de este plato chino en casa.






viernes, 15 de octubre de 2010

AIG 2010


¿Ya ha pasado un año? ¿La Navidad nos acecha tan pronto? En fin, esto sólo lo puedo superar volviendo a participar en AMIGO INVISIBLE GASTRONÓMICO (AIG). Hace dos años lo vi desde la barrera (todavía no me había atrevido a publicar mi propio blog de cocina, pero era asidua de los vuestros), el año pasado me animé (y disfruté) y este año, con el buen sabor de boca que me dejó el primero, vuelvo a la carga.

Sólo puedo decir una cosa: animaos todos los que todavía os lo estéis pensando (no sé qué os estáis pensando, pero bueno…) porque HOY ES EL ÚLTIMO DÍA para apuntarse.

Gracias especiales a Bea, de El Rincón de Bea, por hacerse cargo este año. Menudo trabajo vas a tener, tocaya, pero tú puedes, lo sé. Y gracias también a Carol, que ha confeccionado el logo de esta edición. Mirad, mirad aquí y veréis que maravillas es capaz de hacer.

Y ahora, hay que hablar un poco de una misma (con lo que me gusta…ironía) para dar algunas pistas a la que será mi amiga invisible cuando vea haga el sorteo. Sólo te diré que lo tienes muuuy fácil, porque no soy alérgica a nada, me gusta todo, me atrevo a probar cosas nuevas (ejem!, picantes no, por favor, que no aguanto ni un granito de pimienta), me encantan todo tipo de cacharros, moldes, utensilios, paños, cucharas, platos, libros…En fin, que no te comas mucho la cabeza, porque cualquier cosa me va a gustar. Y si ya lo tengo, pues mejor, uno más para la colección. Con lo que se usan esas cosas, es mejor tener de reserva, ¿no?

Sí, después de leer esto ya sé que todos estáis deseando ser mi amigo invisible de este año, pero sólo uno será el elegido, ¡ja,aja,ja!

Ahora, a esperar al día 24 para ver quién me toca, ¡qué nervios!

¡Que tengáis todos un buen fin de semana!


Imprimir

martes, 12 de octubre de 2010

BIZCOCHO DE ZANAHORIA

Sí, lo sé, no me riñáis, llevo días sin publicar nada….Pero en mi defensa tengo que decir dos cositas: primero, que es por el trabajo, que se supone que es salud, ¡je,je! Es que hasta el pasado mes de julio mi trabajo era intermitente, cuatro meses para cubrir una baja maternal, veinte días para sustituir a alguien que había caído enfermo….A partir de julio, trabajo fijo, una nueva (y feliz) experiencia. Así que no tengo tantísimo tiempo como antes. Segundo, que todavía sigo sacando algo de tiempo para cocinar, así que tengo recetas hechas en la recámara, así que espero poder volver a coger el ritmo y seguir publicando y, sobre todo, viendo vuestros maravillosos blogs, que llevo mucho retraso.

Bueno, excusas aparte, vamos al lío y reentremos en el fantástico mundo de los blogs de cocina con una receta sencilla, como es habitual por aquí. Otra vez me enganchó un “cake” de la reina, súper Bea, de El rincón de Bea. Y encima de zanahoria, que es uno de mis favoritos. Tengo alguna otra receta de este tipo en el blog ya: esta y esta. Pero la que os presento hoy es, sin duda, la más sencilla de hacer. Así que si nunca os habéis atrevido con un bizcocho de zanahoria, empezad por este. Ya veréis cómo repetís.

Si queréis ver la receta original de Bea (la otra, ¡ja,ja!), pinchad aquí.

Y esta es la mía:

INGREDIENTES

250 gramos de harina de repostería

1 cucharadita de levadura química

2 cucharaditas de canela

1 cucharadita de jengibre

Media cucharadita de nuez moscada

100 gramos de azúcar

175 mililitros de aceite de oliva suave

3 huevos

300 gramos de zanahorias

50 gramos de nueces

PREPARACIÓN

En un bol, se mezclan bien los ingredientes secos: harina, levadura química, canela, jengibre y nuez moscada.

En otro bol, se bate la mantequilla derretida con el azúcar hasta que quede bien integrada. A esa mezcla se le añade, uno a uno, los tres huevos, batiendo bien antes de echar el siguiente. A continuación se le añade el aceite de oliva y se sigue batiendo.

Toda esa mezcla líquida se echa en el primer bol, donde están los ingredientes secos y se mezcla con una espátula hasta conseguir una masa integrada. Por último, se le añaden las zanahorias (limpias, peladas y ralladas) y las nueces.

Se vierte la mezcla en un molde y se mete al horno, previamente precalentado a 180ºC, durante 45-50 minutos.

Se deja enfriar y se desmolda. Se conserva varios días en el frigorífico.


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

La verdad es que es una receta muy sencilla y no hay muchas indicaciones que dar. Sólo mezclar bien los ingredientes y poco más. Como dice Bea, para este bizcocho no hace falta ninguna máquina, todo se puede hacer a mano, así que más sencillo y sin manchar apenas cacharros. Aunque, eso sí, yo para la próxima, las zanahorias las trituro con la picadora, como suelo hacer siempre, por la experiencia con el rallador manual no ha sido muy satisfactoria, veía peligrar mis deditos cada cinco segundos…

Ánimo con esta semana, que para algunos será más corta por eso del “puente” (el que lo tenga, claro, yo curro incluso hoy…) y ¡¡felicidades a todas las Pilares!!

Imprimir