miércoles, 31 de marzo de 2010

BIZCOCHO DE COCO

Tenía yo pendiente esta receta desde hacía meses y por fin ayer, aprovechando mi día de descanso en el trabajo (sí, he vuelto a trabajar por una pequeña temporada) saqué un ratillo para hacerla. Se la “debía” a una compañera, que siempre que llevo algún dulce para comer todos me pregunta si lleva coco, porque le encanta. Así que aquí está el bizcocho de coco que se va a encontrar hoy cuando llegue a su sitio, para ella solita (si luego lo quiere compartir, es su elección).

Yo, como no podía resistirme, partí un trocito, con la excusa de hacer la foto para el blog, y tengo que decir que está delicioso. Tiene una textura tierna y esponjosa. Incluso en casa, que no gusta el coco (y tantas cosas…) se reconoció que había quedado con un aspecto muy apetecible, así que ya estamos “maquinando” para hacer una versión de este bizcocho sin coco. Quizá con chocolate…

¡Ah!, la receta la he sacado de Bocados Dulces y Salados, de la increíble Rosa, que tiene siempre unas recetas que no defraudan…ya sean dulces o saladas.


Si queréis ver la receta original de Rosa, pinchad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


3 huevos

200 gramos de azúcar

100 gramos de aceite de girasol

2 yogures naturales

170 gramos de harina

1 pizca de sal

1 sobre de levadura en polvo

125 gramos de coco rallado (+25 gramos para espolvorear por encima)


PREPARACIÓN


Algo realmente sencillo. Primero, en un bol, se echan los tres huevos y el azúcar y se bate bien hasta que quede esta última totalmente disuelta. A continuación, se añade el aceite y el coco y se vuelve a batir para que se integre todo bien. Lo mismo con los dos yogures.

Por último, se incorpora la harina, la sal y la levadura poco a poco, integrándola con el resto de la mezcla gracias a una espátula de silicona.

Se precalienta el horno a 170ºC.

En un molde redondo, engrasado o cubierto con papel vegetal, se vierte la mezcla obtenida. Por último, se espolvorea el resto del coco rallado por encima.


Hornear durante aproximadamente media hora y comprobar que se ha hecho bien pinchando con un palillo en el centro y viendo que este sale limpio.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Esta vez es en serio, no tiene apenas misterio este bizcocho. Lo único, ir mezclando poco a poco los ingredientes para que queden todos bien integrados. Yo los primeros los he batido con la batidora eléctrica y después la harina, sal y levadura los he integrado gracias a una espátula de silicona. Comprobar bien que se ha hecho el bizcocho por todos los lados (con la ayuda de un palillo) y disfrutar de este rico bizcocho.


Creo que no volveré a dar señales de vida hasta que pasen estas fiestas de Semana Santa, no porque me vaya a ningún sitio, sino porque estamos hasta arriba de trabajo estos días. Normal, Zamora es uno de los lugares donde se pueden ver las procesiones más bellas de España…y no es amor patrio. Si no sabéis dónde ir estos días de vacaciones, esta ciudad es una de vuestras mejores opciones, os lo aseguro.


¡Que disfrutéis de estos días!





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jueves, 25 de marzo de 2010

GALLETAS INTEGRALES DE NARANJA

Hoy un poco de dulce, que ya tocaba…Hace tiempo probé unas galletas integrales de naranja con uvas pasas (no me acuerdo de qué marca eran) que me encantaron y, cuando hice las galletas de jengibre y limón me volví a acordar de ellas, así que decidí “tunear” esa receta, porque las galletas sabían súper ricas y variar un poco para acercarme a aquellas añoradas galletas de naranja.

¿El resultado? Más que satisfactorio, la verdad. Le gustaron hasta a mi chico, que no le van las pasas nada, así que imaginaos, porque él se ha comido tantas como yo (bueno, eso no, yo me he comido más….que para eso las he hecho, ¡ja,ja!)


Ahí va la receta:


INGREDIENTES


125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente

125 gramos de azúcar moreno

180 gramos de harina integral (más dos puñados)

1 yema de huevo

Leche

La ralladura de una naranja

2 cucharaditas de jengibre

½ cucharadita de sal

1 cucharadita de levadura química

100 gramos de uvas pasas


PREPARACIÓN


La receta, igualita a la de las galletas de jengibre, aquí os la recuerdo:

Lo primero de todo es mezclar bien la mantequilla con el azúcar, para que se haga una especie de crema.

Tras conseguirlo (se tarda un rato), se añade la ralladura de la naranja. Se mezcla y se añade la yema del huevo. Se bate para integrar todo bien.

Encima de la mezcla se echa ahora, poco a poco y tamizado, la harina integral, la levadura química, la sal y el jengibre. Por último, se añaden las uvas pasas. Hay que conseguir una masa homogénea. Si se ve que se rompe un poco, es el momento de añadir un chorrito de leche para que vuelva a ligar.


Se mete la masa en el frigorífico durante media hora. Tras ese tiempo, se vuelve a trabajar la masa añadiéndole los dos puñados de harina para que se integren. Añadir un chorrito de leche si es necesario. Una vez conseguido, se vuelve a meter en la nevera otra media hora.

Se pone el horno a precalentar a 180ºC mientras se van formando bolitas para hacer las galletas, como se hace con las típicas cookies: se hace la bola y, cuando se pone sobre la bandeja del horno, cubierta con papel vegetal, se aplasta un poco para hacerle la forma.

Meter al horno unos 20 minutos, pero estar atentos para que no se quemen. Si están un poco blandas, no pasa nada, se endurecen ya fuera del horno.

Dejar enfriar sobre una rendija antes de hincarles el diente.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Poco hay que decir de estas galletas, porque son bien fáciles. Sólo un poco de paciencia a la hora de amasar la mezcla, porque a lo mejor se rompe un poco y no liga, pero eso se soluciona con un chorrito de leche, os lo aseguro.


La ralladura de naranja le da un gusto muy rico. Yo me quedé con ganas de echarle también el zumo pero no me atreví por si luego era demasiado líquido para que se integrara todo bien. Es que, aunque me invente alguna que otra receta básica, todavía soy cocinillas, entendedme, ¡je,je! Venga, para la próxima me atrevo.


Sobre el tamaño, yo no estaba muy segura e hice bolitas muy pequeñas y poco aplastadas así que me quedaron un poco blanditas por dentro (ricas de todas formas). Para la siguiente hornada haré las bolas más grandes y las aplastaré un poco más para que se parezcan algo a las auténticas cookies.






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domingo, 21 de marzo de 2010

HUMMUS

Los garbanzos me pirran y, gracias a esta receta, he descubierto que no sólo me gustan en el cocido de mi madre, que está para morirse, dicho sea de paso. Llevaba tiempo con ganas de hacer hummus en casa porque lo había hecho hacía tiempo y me había gustado mucho. Pero nada que ver con la receta de Rosa, de Bocados dulces y salados. Yo simplemente había machacado los garbanzos con aceite y poco más, creo recordar, pero los ingredientes que le añade Rosa, con ese limón, ese ajito…en fin, que está delicioso.

Esta receta va con dedicatoria, además. Para Alicia y Roberto, que sé que son (sobre todo él) unos forofos del hummus. También tienen su receta casera, que no sé si se parecerá a esta, pero les animo desde aquí a probarla.


Si queréis ver la receta original de Rosa, pinchad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


200 gramos de garbanzos cocidos

30 mililitros de agua

1 diente de ajo

El zumo de medio limón

20 gramos de sésamo

35 mililitros de aceite de oliva

Sal


PREPARACIÓN


Hay pocas cosas tan sencillas como esta receta, os lo puedo asegurar. Sólo hay que poner todos los ingredientes en el vaso de la batidora y batir hasta obtener una crema homogénea.


Con un poco de pimentón y aceite por encima…¡listo para comer!


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Para que las cosas sean todavía más sencillas, yo utilicé garbanzos de bote, ya cocidos. Así que, si sois principiantes y nunca habéis cocido garbanzos (lo reconozco, también es mi caso), haceros con un bote pequeño de garbanzos (suelen ser alrededor de 200 gramos de legumbre una vez escurrida) y lavarlos bien bajo el chorro de agua antes de meterlos en el vaso de la batidora.


Leí varias recetas antes de decantarme por la de Rosa y en alguna de ellas, en vez de sésamo tal cual, hablaba de echar tahini, una crema de sésamo. Para mí es más sencillo encontrar en el supermercado, en la sección de especias, el sésamo, pero su usáis esa crema ya me diréis qué tal queda y dónde podría encontrarla.


Mi gran duda era cómo comerlo una vez hecha, pero también estuve “investigando” y estos últimos días lo he probado de dos formas y no sé cuál me ha gustado más. La primera, como veis en la foto, con tomate y en pan pita. Me hice una especie de bocadillo, untando el hummus en el pan y poniendo encima el tomate. Delicioso. Y el otro día pelé y partí en bastoncitos zanahorias y unté con ellas el hummus. También muy recomendable.






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miércoles, 17 de marzo de 2010

PIZZA CALZONE


Aquí os traigo hoy una de las pizzas más ricas que he probado, con una masa que es puro pan, con su miguita y todo. Y con la originalidad de ser cerrada, lo que le da otro “toque”. Además, no se tarda mucho en hacer, una vez que tienes preparada la masa, y queda ideal para una cena informal con amigos, al no ser la típica pizza.

La receta la saqué hace muuuuucho tiempo de blog de Carmelilla, Mis recetas de cocina, que como ya he dicho en otras muuuuuchas ocasiones, tiene recetas ricas de verdad y caseritas.


Si queréis ver la receta original de Carmelilla, pinchad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


Para la masa:


300 gramos de harina de fuerza

300 gramos de harina normal

1 sobre de levadura de panadero

375 mililitros de agua templada

1 cucharadita de sal

1 cucharadita de aceite

1 cucharadita de azúcar


Para el relleno:


6 lonchas de beicon

Queso mozzarellla

Tomate frito

2 huevos

Mezcla de especias


PREPARACIÓN


Primero comenzamos con la masa. Para ello, en un bol grande echamos, en el siguiente orden, los ingredientes: los dos tipos de harina, la levadura, el agua templada, la sal, el aceite y el azúcar. Amasamos con las manos (se mezcla bastante bien) hasta conseguir una masa homogénea. Si queda demasiado pringosa, añadir un poco más de harina hasta que se pueda trabajar bien. Una vez conseguida la masa de la pizza, se deja reposar una hora para que doble su volumen, en el mismo bol, tapado con un paño.


Cuando se vaya a preparar la pizza, se saca la masa del bol y se vuelve a amasar otro poco para quitarle todo el aire. Se estira con un rodillo después.


Ahora vamos con el relleno. Primero, cortamos a tiras el beicon y bien lo freímos un poco en una sartén o lo metemos un par de minutos en el microondas, para que se haga.

En una superficie enharinada, se estira la masa de la pizza y se pincela toda con tomate frito.

En uno de los lados de la pizza, como su fuera una empanadilla grande, se echa el beicon ya frito y luego el queso mozzarella.

A continuación, se espolvorean la mezcla de especias al gusto. Sobre todo ello, con cuidado, se cascan los dos huevos, haciéndoles un hueco para que no se desparramen por los lados.


Se cierra la pizza con cuidado y por los bordes, teniendo cuidado par que quede bien sellada.



Por último, se hace un agujerito en el medio de la masa de la pizza para que respire mientras se está haciendo y no se hinche, como se hace con las empanadas.

Hornear durante media hora a 220ºC….¡y a disfrutar!


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Tan solo hay que ser un poco cuidadoso con la colocación del relleno y el sellado de la pizza para que salga bien rica, no tiene más misterio:


En el tema de ingredientes, se pueden añadir los que más os gusten. Por ejemplo, en la receta original, Carmelilla también le añade pimiento. Yo en casa, si quiero que la coman “algunos”, no puedo echarlo, pero seguro que le da un sabor muy rico.


No os olvidéis de hacer el agujero en el centro de la masa antes de meter la pizza en el horno, porque si no podría estallar al hincharse mientras se hace. No hace falta que sea muy grande, con que tenga un agujerillo para respirar, es suficiente.


Yo hice la pizza con toda la masa y quedó enorme, así que estáis avisados. O la dividís en dos, u os metéis entre pecho y espalda una señora pizza. Además, la masa queda muy esponjosa, con mucha miga, así que es como si os comierais una hogaza de pan rellena, ¡ja,ja! Si no queréis tanta miga, estirar más la masa para que quede más finita.


No os preocupéis por la preparación de la masa, es muy sencilla y los ingredientes ligan muy bien y bastante rápido. Además, si veis que no es así, con echar un poco más de harina es suficiente. En la receta original se usan los 600 gramos de harina de fuerza pero yo hice una mezcla y queda igual de bien.


Se me olvidaba, una cosa muy, muy importante. Es esencial, si no queréis tener que hacer equilibrios, que la masa de la pizza se rellene ya estirada en la bandeja del horno donde se va a cocinar, porque así evitáis tener que transportarla de la mesa de trabajo a la bandeja, ya que en el “viaje” podría pasar cualquier cosa, ¡je,je!







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martes, 9 de marzo de 2010

MERMELADA DE TOMATE

Tenía ganas desde hace tiempo de hacer esta mermelada, un poco especial al no llevar fruta, sino tomate. Pero se me había olvidado en el “cajón” de las recetas pendientes y volví a recordarla cuando me puse manos a la obra con las magdalenas de tomate de Antonia, que me han conquistado para siempre.

Además, con la panificadora, hacer mermelada es de lo más fácil del mundo. No manchas nada de nada, sólo hay que poner los ingredientes en la cubeta, elegir el programa de las confituras, que dura poco más de una hora y...¡ya está! Así de sencillo.

La receta que tenía guardada era de un blog que ya está inactivo, Sopa de Cocodrilo, pero merece la pena visitarlo porque tiene cositas bien ricas. Su autora, María Lunarillos, ahora está con otro blog, fantástico, Tartas provocativas, pero ya de mucho nivel para mí. Aunque me gusta visitarlo de vez en cuando para babear con sus preciosas tartas. Es que hay una de artistas culinarios repartidos por el ciberespacio...


Si queréis ver la receta original de María, pinchad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


450 gramos de tomate pelado y escurrido (un bote de los grandes)

280 gramos de azúcar

El zumo de un limón

1 rama de canela

Alga agar-agar para espesar


PREPARACIÓN


Lo primero de todo es abrir el bote de tomate, que ya viene escaldado y pelado e intentar escurrirle todo el agua, tanto la que hay en el bote como la aún conservan los propios tomates.

Una vez hecho esto, en la cubeta de la panificadora se echan los tomates, bien desmenuzados para que la mermelada no quede llena de tropezones grandes, el azúcar, el zumo de un limón y una rama de canela. Por último, se echa un poco de agar-agar, que servirá para que la mermelada espese y no quede tan líquida, pero no le dará nada de sabor.

Se pone en marcha en la panificadora el programa de mermeladas y a esperar.

Cuando haya terminado, ya sólo falta echar la mermelada en tarros esterilizados y cerrarlos muy bien, dejándolos boca abajo hasta que se enfríen por completo.


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Antes de nada, deciros que con esta cantidad me llegó para llenar dos botes de mermelada de tamaño normal, medio, para que os hagáis una idea. Ahora, las observaciones:


Por supuesto, esta mermelada se puede hacer sin panificadora, así que, que eso no os eche para atrás a la hora de animaros, ¿eh? Yo es que le tengo que dar uso a la maquinita y por eso la utilizo. En la receta original de María Lunarillos encontréis la forma de hacerla...y en muchos otros blogs de cocina.


Si miráis recetas de otros blogs, veréis que la gente echa otras especias a esta mermelada distintas a la canela. En general, la mayoría usa clavo, pero es que, personalmente, para mí tiene un sabor demasiado fuerte y no es de mi agrado, por eso me decanté por la canela, no fuera que no me gustara el resultado. Pero ya sabéis que hay gustos para todo, así que, si sois de clavo, adelante, seguro que sale rica también.


Lo del zumo de limón no está en todas las recetas de mermelada de tomate que he visto, pero me han dicho es que principalmente para que no se oxide.


La manera de esterilizar tarros es muy sencilla. Os remito a este enlace, (como hice cuando publiqué la mermelada de fresa) para que echéis un vistazo. Además, también se explica ahí cómo hacer esta mermelada, con buenos consejos de Alegna, de La Casita Verde.


Por supuesto que se puede hacer esta receta con tomates naturales, seguro que queda mucho más rica, pero yo me decanté por un bote de tomates pelados porque así es más sencilla todavía de hacer, con el fruto ya preparado para hacerla mermelada.


Para espesar la mermelada yo le he echado agar-agar, un tipo de alga que compré hacía tiempo en un herbolario, porque no encontré pectina. Pero se pueden usar otros productos, como la susodicha pectina o la gelatina.


Lo mejor de esta mermelada es que se puede utilizar para acompañar platos salados, como algunas carnes o para dulces. Está deliciosa, por ejemplo, para acompañar una tostadita con queso de cabra, ¡hum!






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